¿Cuánto tiempo dura la pasta de miso?
Así que has comprado unos cuantos paquetes de miso para hacer sopa de miso o utilizarlo en los fideos ramen. Has probado algunas recetas, pero por alguna razón los platos con miso no entraban en tu menú habitual.
Ahora te has quedado con un tarro que se acerca a su fecha de caducidad. Eso nos lleva a preguntarnos: ¿cuánto dura la pasta de miso?
O quizá acabas de abrir un paquete de miso y no estás seguro de cómo conservarlo a largo plazo. Has consultado un par de sitios web y has encontrado información contradictoria. Algunos dicen que el miso puede conservarse a temperatura ambiente, mientras que otros te instan a refrigerarlo. Y no sabes muy bien de quién fiarte. Lo mismo ocurre con la caducidad y el deterioro de la pasta.
Si quieres saber más sobre el almacenamiento, la caducidad y el deterioro del miso, sigue leyendo. En este artículo, no sólo cubro los aspectos básicos, sino que también comparto algunos enlaces a sitios web de productores donde puedes leer sobre el miso con más detalle.

¿Cuánto dura el miso?
Puedes conservar el miso durante mucho tiempo gracias a que es un producto alimenticio fermentado con mucha sal. Algunas empresas ponen una fecha de caducidad en la etiqueta porque así lo exige la ley de su país. En otros países, esa fecha no es necesaria, de ahí que a veces no la encuentres en el envase.
Si en la etiqueta figura la fecha de caducidad, puedes suponer fácilmente que el miso sin abrir mantendrá su máxima calidad durante al menos un par de meses después de esa fecha. Si sólo figura la fecha de producción, la pasta mantendrá su calidad durante al menos un año.
Pasado ese plazo, la pasta no se estropeará ni nada parecido, pero puede degradarse un poco en cuanto a calidad y volverse menos dulce de sabor. Esto se debe a que el miso está vivo y sigue fermentando, aunque muy lentamente.
Una vez que abres el paquete, el proceso de degradación se acelera un poco. Por lo general, la pasta debería conservar su mejor calidad durante unos 3 meses después de abrir el paquete.
Eso, por supuesto, no significa que se estropee al cabo de 4 meses o medio año. Pero en cierto momento, podrías notar algunas diferencias sutiles de sabor entre la pasta que tienes y el miso fresco. No obstante, si la calidad de la pasta es lo bastante buena como para utilizarla, puedes seguir utilizándola.
Despensa | Nevera | |
---|---|---|
Miso (sin abrir) | 1 año o Consumir preferentemente antes de + 3 - 6 meses | |
Miso (abierto) | 3+ meses |
Ten en cuenta que los periodos anteriores son sólo para la mejor calidad. El miso almacenado adecuadamente durará mucho más tiempo con una calidad bastante buena.

¿Cómo saber si el miso está malo?
Si observas algún signo clásico de deterioro, como moho, decoloración o mal olor, tira la pasta.
Como he dicho antes, el miso puede durar mucho tiempo, por lo que la probabilidad de que se estropee es mínima. Sin embargo, con el tiempo la calidad de la pasta se degrada ligeramente y, en algún momento, puede que decidas tirarla por motivos de calidad.
Huélela bien y decide si es suficientemente buena o no. Si no estás seguro, puedes comer una pequeña cantidad antes de tomar la decisión final.

Cómo conservar el miso
En términos de almacenamiento, el miso es en realidad bastante similar al tabasco. Debes guardar un paquete de miso sin abrir en un lugar fresco y oscuro, alejado de la luz y de fuentes de calor. La despensa es el mejor lugar, pero un armario de la cocina también servirá. Sólo asegúrate de que no esté cerca de los fogones, ya que las fluctuaciones de temperatura pueden alterar el sabor de la pasta. No es necesario refrigerar el miso sin abrir.
Una vez abierto el paquete, asegúrate de que siempre esté bien cerrado cuando no se utilice.
En cuanto al lugar donde debe guardarse el miso abierto, hay dos opciones. El frigorífico es el mejor lugar porque el miso conserva mejor su calidad a bajas temperaturas. Sin embargo, la despensa o incluso la temperatura ambiente en muchos casos también son adecuadas para un almacenamiento prolongado. Si la etiqueta no te indica que refrigeres la pasta después de abrirla, no dudes en guardarla en la despensa.
Por último, pero no por ello menos importante, utiliza siempre utensilios limpios cuando saques la pasta para la sopa de miso (por ejemplo, con tofu) o los fideos ramen, o cualquier otro plato que lo requiera.
Aunque la soja fermentada y la sal no constituyen un entorno ideal para que vivan bacterias extrañas, la contaminación microbiana sigue siendo una posibilidad. Y es superfácil evitarla simplemente utilizando siempre cucharas limpias.
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