¿Se puede congelar la nata espesa?
Te ha sobrado nata espesa en la nevera y no quieres que se desperdicie. ¿Se puede congelar la nata espesa?
No importa para qué utilices la nata, la cantidad del recipiente rara vez es la misma que la necesaria para una receta. Eso significa que sobra.
Y si no utilizas la nata espesa muy a menudo, se queda en el frigorífico durante una semana o así y se estropea.
Si quieres evitar esa situación, estás en el lugar adecuado.

¿Se puede congelar la nata para montar?
Como probablemente sepas, la mayoría de los productos lácteos no se congelan muy bien. Y la nata espesa no es una excepción en este caso.
Al igual que ocurre con la nata agria congelada, la nata espesa se separa tras la descongelación, y devolverle su textura original es imposible. Es como con los pepinillos: una vez que encurtes un pepino, no puedes desencurtirlo.
Éste es el aspecto de la nata espesa descongelada:


Como puedes ver, el cambio de textura es evidente, y la nata no tiene tan buen aspecto.
ADVERTENCIA |
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No puedes montar nata espesa después de congelarla y descongelarla. |
¿Significa esto que congelar este producto lácteo es una mala idea? En realidad, no.
Puedes congelar la nata espesa, pero debes tener en cuenta los inconvenientes y planificar en consecuencia.
Aunque montar la nata después de descongelarla no es una opción, puedes montarla antes y congelarla. No será tan buena como la nata montada fresca, pero podrás añadirla a las tortitas y similares.
Y en cuanto a la nata separada que has visto arriba, sigue estando bien para usarla en una sopa cremosa o cualquier otra cosa por el estilo. Sobre todo si vas a pasar esa sopa por la batidora.

Cómo congelar la nata espesa
Como ya he insinuado en la sección anterior, hay dos opciones para congelar la nata espesa.
Si la quieres montada, la primera opción es la mejor. Si piensas utilizarla en una sopa o guiso, opta por el segundo método.
ADVERTENCIA |
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Una vez más, no puedes montar nata espesa descongelada. Si quieres batirla, tienes que hacerlo ahora. |
Congelar la nata montada
Antes de empezar, coge una batidora (o lo que uses para montar nata), una bandeja de horno, un tapete de silicona (si tienes) y una bolsa o recipiente para congelar.
Ahora que lo tienes todo a mano, manos a la obra:

- Monta la nata. Coge el utensilio que prefieras y prepara la nata montada.
- (Opcional) Congela previamente la nata montada en porciones. Coge una bandeja de horno y fórrala con un tapete de silicona u otra cosa a la que no se pegue la nata congelada. Divide la nata en varias porciones, o incluso en un montón de pequeños blobs listos para poner en las tortitas. A continuación, mete la bandeja en el congelador y déjala allí hasta que la crema hinchada se congele. Puede tardar entre una hora para las porciones minúsculas y un par de horas para las grandes. Si tu congelador tiene un cierto olor no muy agradable, tapa bien la bandeja para que la crema no lo absorba.
- Pasa la crema a un recipiente o bolsa de congelación. Si te has saltado la congelación previa, utiliza la primera. Si la has puesto en trozos pequeños y ya están congelados (como hice yo), puedes utilizar un recipiente o una bolsa apta para el congelador. Añade una etiqueta si quieres.
- Congélalo todo.

Como puedes ver, todo el proceso es bastante sencillo y no requiere mucho tiempo de práctica. Por supuesto, tienes que montar la nata, lo que lleva algo de tiempo, pero de todos modos tenías que hacerlo en algún momento.
CONSEJO |
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Las porciones grandes de nata montada necesitan algo de tiempo para descongelarse. Las porciones pequeñas se descongelan a temperatura ambiente en minutos. Si no quieres preocuparte por la descongelación, opta por lo segundo. |

Congelar nata espesa
Este método es de lo más sencillo. Sólo necesitas un recipiente hermético (o varios) y un par de minutos.

Esto es lo que tienes que hacer
- Divide la nata espesa en porciones del tamaño de un plato. Si tienes más que suficiente para un plato, lo mejor es dividirlo todo en dos (o incluso más) porciones. De este modo, descongelas exactamente la cantidad que necesitas para una receta, y a veces puedes saltarte la descongelación por completo.
- Vierte la nata espesa en recipientes. Añade etiquetas si quieres.
- Congela.
Ya está. Tu nata espesa puede esperar en el congelador hasta que vuelvas a necesitarla dentro de un par de semanas.

Cómo descongelar la nata espesa
A la hora de descongelar, puedes elegir entre un par de opciones:
- En el frigorífico. Funciona mejor para la nata espesa congelada y las porciones grandes de nata montada. Como siempre, el inconveniente es que tienes que planificarlo con antelación para tenerla descongelada cuando la necesites.
- Omite la descongelación. Esto funciona bien si tienes nata espesa congelada en trozos del tamaño de la receta. Coge uno y échalo en una sopa o guiso, y deja que el calor lo derrita.
- A temperatura ambiente. Si has congelado la nata montada en pequeños trozos, esos trozos tardan de 5 a 10 minutos en descongelarse sobre una tortita caliente. Eso significa que puedes saltarte la descongelación y colocar los trocitos congelados de nata montada sobre las tortitas sobre la marcha.
CONSEJO |
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Si quieres que la nata montada mantenga su forma, ponla donde tenga que ir mientras aún esté congelada. |

Usar nata espesa descongelada
Cuando se trata de nata espesa congelada y descongelada, puedes utilizarla en cualquier receta en la que el cambio de textura no sea tan importante.
Si la añades a una sopa que luego no pasas por la batidora, queda así:

Eso es suficiente para mi mujer y para mí (y la sopa sabía muy bien, por cierto). Pero si viniera algún amigo o familiar a casa, sin duda utilizaríamos nata fresca.
Resumiendo: el sabor es prácticamente el mismo, pero el aspecto no es exactamente el mismo después de la descongelación.
La nata montada congelada sabe bien, pero no tan bien como la fresca. Eso significa, de nuevo, que no se la serviría a nadie más que a mi familia más cercana.
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