¿Puedes congelar limas?
Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre la congelación de limas. Aprende cuáles son las opciones para congelar limas y cómo elegir la mejor para ti.
¿Has comprado un montón de limas y te preocupa que algunas se estropeen? ¿O tal vez tienes algunas sobras inesperadas que no quieres desechar? ¿Se pueden congelar las limas?
LA RESPUESTA CORTA |
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Puedes congelar limas enteras o cortadas en rodajas o cuñas. Si sólo necesitas el zumo y la cáscara, puedes procesar las limas y congelar el zumo y la cáscara por separado, para tenerlos disponibles siempre que los necesites. |
En otras palabras, tienes cuatro formas de tratar tu exceso de limas, y cada una tiene sus pros y sus contras. Pero antes de pasar a elegir qué opción es la mejor para ti, hablemos de si necesitas o no congelarlas.
NOTA |
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Todavía no tengo fotos para este artículo, pero tengo muchas en mi artículo sobre la congelación de limones. Como la congelación de ambos funciona de la misma manera, no dudes en consultar ese artículo: ¿Se pueden congelar limones? |
Antes de congelar limas
Las limas enteras pueden durar al menos 3 ó 4 semanas en el frigorífico. Si optas por la mejor forma de conservar las limas, que es refrigerarlas en una bolsa de congelación, puedes incluso conseguir una semana más de buena calidad.
En otras palabras, las limas enteras tienen una vida útil bastante larga, así que si las tuyas son razonablemente frescas, aún tienes un par de semanas para utilizarlas. Y, como puedes imaginar, usar una lima fresca es una experiencia más agradable que usar una que ha sido congelada y descongelada (más sobre esto en un momento).
Además, no tienes que molestarte en congelarlas, lo cual es una excelente noticia para los perezosos (incluido mi servidor).
Por desgracia, si ya has cortado las limas, sólo se conservan unos días, así que es mejor congelarlas enseguida si no tienes pensado utilizarlas.
A continuación, vamos a ver cómo afecta la congelación a las limas.
¿Se congelan bien las limas?
Las limas se ablandan después de congelarlas y descongelarlas. Puedes seguir exprimiendo o pelando el zumo sin problemas, pero no funcionan bien en platos que no impliquen cocinar u hornear.
Esas limas descongeladas, en cuñas o en rodajas, están blandas y blandas, y eso significa que usarlas como guarnición o dejarlas en la mesa para que tu invitado obtenga un poco más de zumo de lima está descartado.
Eso te deja con varios platos cocinados y horneados, donde la diferencia entre las limas frescas y las descongeladas es difícil de detectar.
Como alternativa, puedes decidir hacer zumo y/o rallar las limas si no necesitas la fruta en sí. Tanto el zumo como la cáscara se congelan bien, así que si eso es lo que sueles utilizar en tu cocina, también puedes procesar las limas ahora.
Sabiendo esto, vamos a hablar de todas las opciones de congelación que tienes y de cómo elegir la mejor para ti.
Cómo elegir la opción de congelación que más te conviene
Si no necesitas la fruta en sí, sino que sólo necesitas el zumo o la ralladura, lo mejor es que proceses las limas que te han sobrado y les saques el zumo y la ralladura a todas. Luego, puedes congelar ambas cosas por separado y utilizarlas cuando las necesites.
Si no estás seguro de lo que vas a hacer con esas limas, congelarlas enteras es la mejor opción. Puedes seguir exprimiéndolas o quitándoles la cáscara o cortándolas en rodajas o gajos si es necesario. En otras palabras, esta opción te da la mayor flexibilidad.
Una cosa que debes recordar es que cortar una lima descongelada no es tan fácil como cortar una fresca. Así es el trabajo con frutas y verduras blandas en general.
Por último, si sabes que necesitas cuñas o rodajas, puedes cortar las limas y congelarlas así. Eso te permitirá coger fácilmente un par de trozos cuando los necesites.
Esta es la visión general; lee todos los métodos a continuación para conocer los detalles.
Cómo congelar limas enteras
Congelar una lima entera es de lo más fácil. Coges una bolsa de congelación, colocas la lima o limas en ella, exprimes el aire y metes la bolsa en el congelador.
Si te parece útil, puedes etiquetar la bolsa con el nombre y la fecha, pero a menos que tu bolsa sea opaca, es bastante obvio lo que hay dentro.
Esas limas deberían conservar una calidad decente durante al menos 3 a 6 meses en el congelador. Y por decente me refiero a que estarán bastante blandas una vez descongeladas, aunque hayan estado en el congelador sólo un día o dos.
Descongelar limas enteras
Para descongelar una lima congelada, déjala toda la noche en un recipiente hermético o en una bolsa de congelación en la nevera. Dependiendo del tamaño, una lima entera necesita al menos de 3 a 5 horas, quizá hasta 10 si es enorme.
Para acelerar el proceso, puedes sumergir esa lima en agua fría (todavía en el frigorífico), lo que debería acortar el tiempo de descongelación en un tercio más o menos. Si lo haces, utiliza un recipiente en lugar de una bolsa, para asegurarte de que no haya fugas.
Ahora bien, si quieres rallar la lima, hazlo antes de empezar a descongelarla. No lo he probado, pero apuesto dólares a que pelar una lima congelada dura es mucho más fácil que pelar una descongelada blanda.
Uso
Congelar una lima entera te permite utilizarla como quieras, incluso cortarla en rodajas, quitarle la cáscara y hacer zumo de la fruta. El único inconveniente es que descongelar una lleva bastante tiempo, lo que significa que tienes que planificar con antelación.
Una vez más, la lima estará súper blanda tras la descongelación, así que cortarla en rodajas puede ser un poco engorroso, pero aún así se puede hacer. Y utiliza esas rodajas en un plato cocinado u horneado, no para decorar tu mojito o margarita.
Cómo congelar rodajas y gajos de lima
A continuación te explicamos cómo congelar rodajas y gajos de lima:
- Prepara. Corta las limas en rodajas o gajos, y considera la posibilidad de retirar parte de la médula blanca si piensas hacerlo en algún momento. Si necesitas la ralladura de esas limas, rállalas antes de congelarlas y congela la ralladura por separado (instrucciones más abajo).
- Precongelación. Coge una bandeja de horno y fórrala con papel de hornear o un tapete de silicona. A continuación, reparte las rodajas y las cuñas en ella para que no se toquen y no se congelen juntas. Una vez hecho esto, coloca la bandeja en el congelador durante 2 ó 3 horas, o hasta que las piezas se congelen. O deja todo en el congelador durante toda la noche.
- Pásalo a una bolsa de congelación. Saca la bandeja del congelador y pasa los trozos de fruta a una bolsa de congelación o a un recipiente hermético. Exprime el aire si utilizas una bolsa y séllalo todo bien. Etiquétalo con el nombre y la fecha si quieres.
- Vuelve a meter los trozos envasados en el congelador.
Y ya está. El proceso descrito debería resultarte bastante familiar si alguna vez has congelado frutas cortadas.
La precongelación te permite sacar un par de rodajas o trozos congelados de la bolsa sin descongelar el contenido de toda la bolsa. Puedes saltarte ese paso si no te interesa, porque un solo paquete contiene exactamente tantos trozos de lima como necesites para un solo plato.
Las rodajas y trozos de lima congelados deberían conservar una calidad decente durante al menos 3 ó 4 meses en el congelador, pero cuanto antes los utilices, mejor.
Descongelar rodajas y gajos de lima
Hay dos formas de trabajar con rodajas y gajos de lima congelados:
- Descongelándolas en el frigorífico. Coloca las cuñas y rodajas que necesites en una bolsa o recipiente para el congelador y déjalas toda la noche en la nevera. Deberían descongelarse en 2 ó 4 horas (según el tamaño y la cantidad) y estar definitivamente listas para usar por la mañana.
- Utilízalas congeladas. Si necesitas esas rodajas para cubrir el pescado o el pastel (antes de hornearlo), normalmente puedes omitir la descongelación y colocarlas donde sea necesario mientras estén congeladas. El horno o la cocina se encargarán de descongelar y cocinar las rodajas de fruta en cuestión de minutos.
Obviamente, puedes descongelar rodajas y gajos de lima congelados aunque los utilices en platos cocinados y horneados. Simplemente es más rápido saltarse el proceso.
Uso
Las rodajas de lima congeladas funcionan muy bien en platos horneados (como el salmón al horno con lima) y en productos horneados. O puedes usarlas para hacer limonada si quieres.
Como puedes imaginar, no tiene sentido pelar las rodajas ni hacerles el zumo, pero si has optado por las cuñas, ambas cosas deberían poder hacerse.
Una vez más, las rodajas estarán blandas tras la descongelación, así que utilizarlas en guarniciones no es lo ideal.
En definitiva, te aconsejo que congeles las limas en rodajas o en gajos sólo si tienes un plan sobre cómo vas a utilizarlas después.
Si no lo tienes, probablemente sea mejor congelar las limas enteras para conservar todas las opciones. O hazles el zumo o la cáscara, ya que ambos son mucho más fáciles de usar y se congelan perfectamente.
Cómo congelar el zumo de lima
Congelar zumo de lima es de lo más sencillo:
- Haz el zumo de tus limas.
- Decide el envase. Si vas a utilizar todo el zumo que tienes de una sola vez, puedes verterlo en un recipiente hermético. Pero si no es así, es mejor congelarlo utilizando una bandeja de cubitos de hielo (o un molde para magdalenas si necesitas porciones más grandes). De este modo, acabarás con un montón de cubitos que podrás utilizar siempre que los necesites.
- Congela previamente. Si utilizas una cubitera, métela en el congelador durante 2 ó 3 horas, o hasta que los cubos se congelen. Si no, sáltate este paso.
- Congela. Pasa los cubos de zumo de lima congelados a una bolsa de congelación o a un recipiente hermético, y coloca el zumo congelado en el congelador. Etiqueta la bolsa o el recipiente con el nombre y la fecha si es necesario.
Esta es la mejor manera de congelar el zumo de lima, y puedes utilizar el mismo proceso para congelar el zumo de naranja u otros zumos.
El zumo de lima congelado debería conservar una buena calidad durante al menos seis meses en el congelador, si no más. Como siempre, cuanto antes te pongas a ello, mejor.
Descongelar el zumo de lima
Cuando trabajes con zumo de lima congelado, tienes un par de opciones:
- Descongelarlo en la nevera. El proceso debería durar entre una hora y 8 horas, dependiendo del volumen.
- Descongelar en el horno. Si necesitas que el zumo se descongele en un par de minutos, lo mejor es descongelarlo a fuego lento en el fogón. Un par de minutos de calentamiento y debería estar bien descongelado, sin importar la cantidad. Recuerda utilizar inmediatamente el zumo de lima descongelado de este modo, y desechar los restos.
- Úsalo congelado. Normalmente puedes saltarte la descongelación del zumo y echarlo congelado para batidos y platos cocinados en el horno. De este modo, no tienes que acordarte de descongelarlo en absoluto.
Uso
Si la receta pide zumo de lima, siempre puedes utilizar uno congelado y descongelado en lugar de uno fresco. Así todos los platos que utilizan zumo de lima estarán en la mesa.
Cómo congelar la ralladura de lima
Así es como se congela la ralladura de lima:
- Pica la cáscara de tus limas. Utiliza la técnica que quieras, pero recuerda que si pelas las limas en tiras, lo más probable es que se rompan en algún momento durante el proceso de congelación. Por ello, te aconsejo que evites las hebras.
- Pasa la cáscara a una bolsa de congelación o a un recipiente hermético. Una bolsa suele ser la mejor opción, ya que ocupa mucho menos espacio en el congelador. Añade una etiqueta con el nombre y la fecha si quieres.
- Congela. Coloca el recipiente o la bolsa en el congelador.
Éste es el método más sencillo para congelar la ralladura de lima, y funciona perfectamente para congelar cualquier cantidad de ralladura que tengas.
Para obtener los mejores resultados, utiliza la ralladura de lima congelada en un plazo de 3 a 6 meses, pero la calidad no debería ser un problema aunque permanezca en el congelador durante más de un año.
Descongelar la ralladura de lima
La ralladura de lima se congelará en la bolsa del congelador, pero deberías poder romperla y sacar la cantidad que necesites con una cucharilla. Sólo asegúrate de utilizar una cucharilla fría y no tus dedos para que no se descongele todo en el proceso.
En otras palabras, no es necesario descongelar la ralladura de lima. Si coges una o dos cucharaditas, sólo tienes que espolvorearlas por donde sea necesario o añadirlas a lo que estés cocinando, y se descongelarán en cuestión de minutos.
Uso
Al igual que el zumo de lima, puedes utilizar la ralladura de lima congelada exactamente igual que la ralladura de lima fresca o comprada en la tienda, sin peros.
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